Para la mayoría de las personas que consumen tabaco, el hábito de fumar puede parecer casi irresistible. Pero, sabemos que muchas personas han logrado dejar de fumar ¿Cómo lo hicieron?
La realidad es que existen algunos consejos que pueden ayudarte a dejar de fumar. Pero no te creas que esto es tan fácil, se trata de un proceso desafiante que hay que afrontar.
Cuando sientas ansias de consumir tabaco, ten en cuenta que, aunque sientas que en ese momento es irresistible, la realidad es que es probable que esas ansias se terminen pasando en un rango de 5 a 10 minutos. Esto sucederá independientemente de que fumes un cigarrillo o no. De esta manera cada vez que resistís esos 10 minutos, estás un poco más cerca de dejar de fumar para siempre.
A continuación te dejamos tres consejos para que pongas en práctica al dejar de fumar. ¡Obviamente el más básico es que no tengas cigarrillos con vos!
Evita esos factores que resultan como desencadenantes
El deseo de consumir tabaco, muchas veces, se origina o se hace más fuerte en los lugares en los que esta práctica es más común o se realiza con más frecuencia.
Además de los lugares desencadenantes, también pueden aparecer emociones desencadenantes. Una de ellas, por ejemplo, puede ser el estrés.
Averiguá cuáles son tus desencadenantes y eliminalos de la ecuación para evitar que tu plan de dejar de fumar se venga abajo.
Tu objetivo es no permitir que se generen situaciones propicias para la recaída. Por ejemplo, si generalmente solías fumar cuando te encontrabas mirando un programa de televisión, tené un objeto a mano para distraerte durante ese momento. Incluso puede ayudarte a evitar ese sillón donde solías fumar habitualmente, al menos por un tiempo.
El tabaco también tiene primos hermanos, con los que suele andar de la mano. La cafeína es uno de ellos. Otro es el alcohol. Cuando consumimos uno, es muy probable que consumamos el otro. Por eso si querés dejar de fumar, evitá por un tiempo el café, el té, las gaseosas, las bebidas llamadas “energéticas” y las bebidas alcohólicas.
Retrasa el antojo
Como dijimos antes, el deseo de fumar suele durar pocos minutos. Es por esto que, un truco bastante práctico es retrasar el momento de fumar. Convencete a vos mismo de que antes de fumar debes hacer algo que te tome diez minutos. Durante ese tiempo podés distraerte en lugares donde no se pueda fumar o realizando una actividad que requiera de mucha concentración, como una corto paseo o recorrida, acomodar algo en casa, ir hasta la esquina, etc.
Luego, ya ni siquiera recordarás porque estabas esperando 10 minutos. A medida que vayas evitando fumar, el deseo se irá espaciando poco a poco. Aunque parezca irresistible, podés lograrlo.
Realiza actividad física
La actividad física puede ayudar a distraerte de las ansias de consumir tabaco. Ni siquiera es necesario que sea una actividad demasiado planificada. Podés simplemente subir y bajar las escaleras durante unos minutos hasta que las ansias vayan desapareciendo ¡Pero por favor, tené cuidado, no te caigas!
Salí a caminar o corré, busca la manera que sea más conveniente para vos.
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